Tiene Raúl Micó una voz especial. Una voz aguda y rasgada que llega al que lo escucha. Tiene una voz que rompe cuando quiere, una voz que emociona. Y así fue y así lo hizo durante la noche del pasado jueves en La Puerta Falsa de Murcia en la que ofreció un bonito recital de cante en la que realizó una revisión de distintos palos flamencos. Una gran velada en la que el público asistente disfrutó de un arte que cada vez, gracias a estos héroes anónimos, gana más adeptos.
Comenzó Micó su recital por Camarón de la Isla con La Canastera con el arrancó los primeros aplausos de los asistentes. Continuó contundente por Granaina y Media, rematá por Abandolá. La preciosa Soleá por Bulerías Romance del amargo fue su siguiente parada. Preciosos en su voz estos versos extraídos del Romance del emplazado escritos por la pluma de quién hubiese cumplido estos días 117 años, Federico García Lorca y que Camarón de la Isla publicó musicado por Ricardo Pachón en La leyenda del tiempo allá por el año 1979. Gloria bendita.
Por Tientos-Tangos nos llevó Raúl Micó por los Cantes de Ida y vuelta, rítmicos, dulces y acompasados. Continuó por Soleá con Bambera , pausada, rajada, solemne.
Vamos niña pa la bamba
que te voy a columpiar
yo te dare despacito
no te vaya a marear
De su trabajo Flamenco en la piel nos ofreció su bonita versión de Como hablar de los aragoneses Amaral. Ópera prima ésta de Raúl Micó en la que nos regala su visión flamenca de grandes temas del pop de los años ochenta; Gabinete Caligari, Héroes del Silencio, Joan Manuel Serrat...
Encarábamos ya el final de la noche, final que nos fue llevando por fiesta, antes de la cual arrancó Raúl por Huelva, por esa bella tierra y sus Fandangos. Por Bulería, como no podía ser de otra manera, se cerró la madrugada en La Puerta Falsa en una velada en la que el alicantino estuvo acompañado por las guitarras de Óscar Ayala y Tomson de La Espartera, la percusión de Elías Caballero (quién remató la noche al cante por fiesta) y las palmas y jaleos de Los Carrillo. ¡Ole tú, Raúl! ¡Ole ustedes, señores!
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