Un halo de sensibilidad recorrió anoche el Auditorio y Centro de Congresos "Víctor Villegas" de la capital murciana. La perfecta comunión entre el quejío de la guitarra flamenca de Carlos Piñana y la melodía de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia se adentraron por todos los rincones y recovecos de la sala "Narciso Yepes" que aplaudió "a rabiar" cada uno de los actos del homenaje que Murcia rindió a Paco de Lucía.
En la suite para guitarra flamenca y orquesta de Piñana "El cuidado de una esencia" se realizó un recorrido por diversos palos flamencos como guajira, rumba, alegrías, farruca o bulería, palos acompañados y acompasados por una sinfónica murciana elegante y potente, palos que junto al percusionista Miguel Ángel Orengo adquirieron su esencia más flamenca.
Recordaba el guitarrista cartagenero durante el concierto al genio Paco de Lucía diciendo que los "guitarristas flamencos se han quedado tocados" con la pérdida del algecireño, hablaba también Piñana de "la emoción que le había embargado durante toda la noche" al recordar al que fue uno de sus maestros, amigo de su familia y modelo para el mundo del Flamenco.
Emoción, pureza, raza, belleza, esencia, gusto, sensibilidad, ternura, alma, poesía..."El cuidado de una esencia" de Carlos Piñana y la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, la unión del alma flamenca y la delicadeza de la lírica más clásica.
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¡Ole Piñana! ¡Ole Señoras, Señores! ¡Ole por Ustedes!
