Al aire y a compás

Rocío Garrido: "Aun veo vídeos y fotos de mi participación en el "Cante de las Minas" y el vello se me pone de punta"

La joven bailaora está preparando para la próxima primavera su nuevo espectáculo flamenco basado en su experiencia como semifinalista en La Unión y en las vivencias que surgieron a partir del festival.

Rocío Garrido, almeriense de 28 años. Formó parte de la compañía de La Lupi recorriendo escenarios de Francia e Italia, fue semifinalista en el prestigioso Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión en la pasada edición. Peñas y festivales de toda la geografía nacional la acogen y se regocijan con la energía de su baile; Sevilla, Málaga, Murcia o Almería, su tierra, entre otros. Posee una mirada firme y unos ojos negros que encandilan a quien se fija en ellos. Habla con una pasión desbordante y tiene por delante un prometedor futuro del que seguro oiremos hablar, porque ella, a Rocío Garrido, como le gusta hablar es con su cuerpo y su mirada encima de un escenario...

A Carmen Amaya la define como fuerza, de Matilde Coral destaca su elegancia, de Susana Lupiáñez "La Lupi" su temperamento mientras que al referirse a Israel Galván habla de innovación, de ella misma, de Rocío Garrido (tras un largo silencio) se define como una mezcla de fuerza, gracia y ruptura con la normalidad.

Al aire y a compás: Formada en Danza Española por el Conservatorio Profesional de Danza de Almería y posteriormente Licenciada en Coreografía e Interpretación del Baile Flamenco en el Conservatorio Superior de Danza de Málaga ¿Cuánto esfuerzo lleva todo esto?

Rocío Garrido: Mucho, muchos años y mucha dedicación. Me he perdido muchas cosas por estar fuera de casa, como el cumpleaños de familiares, a los que no he podido asistir por estar centrada en un objetivo que era el baile, el baile y el baile. Me he perdido muchas cosas pero también he ganado otras como es dedicarte a una profesión que tanto amas y por la que he dado y sigo dando tantas cosas, pero que creo que al final merece la pena.

AyC: Hablando de ese baile al que mencionas y amas ¿Cómo es el baile de Rocío Garrido? ¿Qué se puede encontrar una persona que vaya a verte bailar?

Rocío Garrido: Ofrezco mi verdad, lo que yo siento en el momento de bailar al escuchar el cante y el toque de los compañeros que me acompañan. El Flamenco es una interpretación en la que el bailaor expresa sus emociones y así lo entiendo y lo hago, sentimiento.



AyC: ¿De qué fuentes bebes? ¿En qué espejos te miras?

Rocío Garrido: Me fijo en Eva la Yerbabuena que me encanta, La Lupi que ha sido mi maestra y es una figura a la que admiro y además respeto y quiero como persona. Pastora Galván quién para mi es la naturalidad al baile personificada y además es muy flamenca. Adela y Rafael Campallo o Leonor Leal por la fuerza y la frescura que tiene. Me gusta muchísima gente de la que intento aprender y llevar a mi baile.

AyC: Fuiste profeta en tu tierra, en el 2013 estrenaste en el Teatro Apolo de Almería tu espectáculo No es lo que soy, es lo que siento ¿Cómo fue aquella experiencia?

Rocío Garrido: Me fue muy bien y todo el mundo quedó muy contento. Con este espectáculo me presenté por primera vez en sociedad en mi tierra, Almería, ofreciendo como su propio nombre decía quién soy y como siento el baile. Era un formato largo en el que interpretamos Guajira, Soleá por Bulería, Farruca, Cantiñas, Taranto y acabando por jaleos y fin de fiesta. Las críticas fueron muy buenas y salí muy contenta de todo aquello. El objetivo que tenía cuando lo estaba preparando se cumplió con creces y mi ciudad me conoció en lo que me apasiona, bailando. La pena fue que el espectáculo era muy complejo, con un gran número de personas participando en él, lo que impidió llevarlo por más lugares de nuestra geografía por la dificultad que conlleva. He tenido que moverlo en un formato más corto. 

AyC: ¿Qué objetivos tiene Rocío Garrido en la actualidad?

Rocío Garrido: Actualmente estoy viviendo una etapa muy feliz, tras vivir anteriores experiencias en compañías bailando con más compañeros y directores ahora toca estar un tiempo sola, aprender, escuchar cante y toque, fijarme en los maestros para aprender más sobre el Flamenco y luego poder interpretar mejor mi baile, mecerlo a compás y al sentimiento de ese cante o ese toque que me acompañan. Soy muy joven y quiero buscar y vivir esta fantástica experiencia de aprendizaje.

AyC: ¿Qué proyectos estás preparando para este próximo año 2015?

Rocío Garrido: Si, estoy en ello, preparando un nuevo proyecto basado en las vivencias que estoy teniendo en estos últimos meses y que comenzaron en el Festival del Cante de las Minas. Desde aquellos días en La Unión estoy conociendo a mucha gente que me están enseñando muchas cosas que desconocía totalmente y que estoy segura que van a impulsar mi carrera. Conocer a músicos como Miguel Pérez, Jesús Corbacho o Pepe de Pura me ha engrandecido en muchos sentidos y eso lo llevo muy dentro. Otra persona que me está enseñando muchísimo es el Lámpara Minera, Jeromo Segura, o Ana Morales con quién preparé mi participación en el Cante de las Minas. Por ahí, por esas vivencias se moverá mi próximo proyecto.

AyC: Acabas de nombrar a La Unión ¿Qué ha supuesto tu participación en su festival?

Rocío Garrido: Si te digo que aún veo vídeos y fotos del festival y se me pone el vello de punta. Para mí bailar en ese escenario no fue solo especial, fue el sitio más importante que he pisado bailando. Ese fondo con los castilletes con los que soñaba, ese suelo como sonaba, esa plaza, el calor de la gente. Todo, todo me gustó muchísimo aunque a la vez fue duro. La preparación fue durísima, de lágrimas con muchos meses de trabajo de mañana y tarde exclusivo para ello y me falta todavía muchísimo por aprender. Aquello fue el primer paso, ahora es cuando estoy conociendo la realidad del festival y los aspectos que tengo que mejorar, sobre todo en esos Cantes de Levante que tanto priman en La Unión. 



AyC: ¿Con qué dificultades se encuentra un artista joven que, como tú, no vive en Sevilla, Córdoba o Jerez?

Rocío Garrido: Bastantes, las dificultades son mucho más grandes. La cuna del Flamenco está en Sevilla y Jerez y allí es donde se menea y plantea todo, en tablaos, peñas o la propia vivencia del Flamenco donde en cualquier tasca a cualquier hora puedes escuchar una letra Flamenca o un toque y eso sólo ocurre allí. Paseas por cualquier calle y vas escuchando una guitarra, un cajón o un taconeo y eso se nota a la hora de formarte o trabajar posteriormente. 

AyC: Y a los jóvenes flamencos que están empezando ¿Qué le dice Rocío Garrido?

Rocío Garrido: Les diría que si de verdad no te gusta no te embarques. El sacrificio es muy grande, personal, familiar o de pareja y si de verdad no amas a esta profesión no lo hagas. Para ponerte los tacones y disfrutar dando unas clases es suficiente unas horas por semana y esta profesión requiere mucho más esfuerzo y tiempo en el que también se pasa muy mal. El que se sube a un escenario tiene que darlo todo ya que está expuesto a un público y a una posible crítica que te puede machacar. Hay momentos muy malos.

AyC: Para acabar Rocío...un mensaje para la afición de la Región de Murcia.

Rocío Garrido: Fíjate que a Murcia no la metía yo en mi geografía flamenca y la primera vez que vine a bailar con Murcia Flamenca me encantó. Disfruté muchísimo en aquellas tablas, la gente me dio mucho cariño y me encantó que me acogieran con tanto afecto. Me trató muy bien Bernardo Sáez a quién vi posteriormente en La Unión y volvió a demostrarme ese cariño y se lo quiero agradecer. En Murcia Flamenca me trataron muy bien incluso me regalaron un retrato de Camarón que tengo en casa y cada vez que lo veo los recuerdo. Murcia Flamenca y La Unión me han abierto puertas a gente que no me conocía y se lo agradezco de corazón.

AyC: Bajo el abrigo de la muralla árabe de Murcia agradecemos y deseamos suerte a Rocío Garrido en esta nueva etapa que en nuestra región tiene un importante punto de inflexión. Esperamos verte de nuevo por esta tierra y ole tú Rocío. Gracias y suerte.

Entrevista: Gabriel Maldonado
Fotografías: Pako Manzano