Al aire y a compás

 Volver al sitio donde naciste hace veinte años y triunfar como anoche lo hizo la Compañía Murciana de Danza no está al alcance de todo el mundo. Aquel proyecto que Purificación López y Olivia Bella pusieran en marcha hace dos décadas obtuvo en la noche del pasado miércoles un gran triunfo con el espectáculo Flamenco con esencia en la gala inaugural de la Cumbre Flamenca de Murcia. La comunión de baile y la excelente música de Faustino Fernández y su grupo provocaron la cerrada ovación de un público que casi llenó el aforo del murciano Teatro Romea. Buen comienzo de la XXIII  Cumbre Flamenca de Murcia que promete ofrecer Flamenco del bueno y poner a nuestra ciudad en el epicentro del panorama artístico nacional....

 Comenzó la noche en un animado Teatro Romea por Seguiriya en la adaptación de Olivia Bella sobre la coreografía de Purificación López con seis de las componentes femeninas de la CMDanza sobre las tablas y el toque jondo de Faustino Fernández rasgando las cuerdas de su sonanta. Elegancia y armonía en el baile y buen manejo del mantón el suyo, señoras. Bonito este inicio de una gala que nos fue seduciendo poco a poco con el sentimiento, duende y salero de su cuerpo de baile. 

Nos paseamos a posteriori de la mano de la compañía murciana por la tierra de Cádiz, nos sentamos en un tabanco y nos fuimos a compás por Alegrías con todo el cuadro ya sobre el escenario. Llegó entonces al coliseo murciano una inmensa explosión de movimiento y color, dinamismo y energía en las mudanzas durante el baile de bailaores y bailaoras, que, con perfecta coordinación jugueteaban con sus miradas, braceos y vestidos la coreografía de Olivia Bella.

Por Taranto fue nuestra siguiente parada en la que el baile contenido y sobrio de Miguel Ángel Serrano y Loles Souán nos llevó por otras latitudes, menos festeras. Seriedad y emoción en su rictus, intensidad en su taconeo y escobillas. Perfecto el acompañamiento en el cante atrás durante toda la noche por Bastián Contreras y Alejandro Villaescusa quienes jugaron con sus voces a lo largo de la velada, ora lamento y quejío, ora alegría y gozo.


Adquirieron a continuación el total protagonismo de Flamenco con Esencia los músicos. Faustino Fernández y su grupo o por qué no, el grupo y Faustino Fernández quienes se fueron por fiesta y nos emborracharon por las plazuelas de Jerez, por Bulería. ¡Ole ustedes señores!

La fuerza en el intenso taconeo y el juego acompasado con el bastón de la parte masculina de la CMDanza nos intrujo, con coreografía de Maribel Ramos La Zambra, por Farruca, aquel palo eminentemente masculino que el bailaor sevillano Faíco idease en Madrid con la guitarra de Montoya. Volvió a renglón seguido la femeinidad a las tablas del Romea por Soleá con coreografía de Olivia Bella. Dos enormes focos de luz rompían la oscuridad escénica iluminando a sendas bailaoras a las que a continuación se unieron el resto de compañeras en un continuo cimbreo de sus cuerpos, en un intenso baile, solemne y severo, estético y sensual.


Con el público jaleando el espectáculo llegó el fin de la gala, por derecho, como mandan los cabales flamencos, por fiesta. Una Bulería enorme con coreografía de Olivia Bella interpretada por todo el cuerpo de baile. De nuevo el contoneo, escorzos y braceos mecidos a la brisa y solera del Teatro Romea unidos al color del vestuario de bailaores y bailaoras provocaron el penúltimo e interminable aplauso de la noche.

Digo penúltimo por que el último aun no está dicho. Digo penúltimo por que detrás de aquel aplauso vendrán otros cientos más para una compañía de danza que anoche cumplió 20 años en el mejor de los escenarios y que esperamos volver a ver dentro de otros 20 con la misma salud y la misma energía. ¡Ole la CMDanza! ¡Ole ustedes señores, señoras! ¡Ole por la Cumbre Flamenca de Murcia!